La ansiedad y el estrés, habitualmente se suelen usar como sinónimos. Ambas, son parecidas, ya que se producen por el aumento de la activación fisiológica, pero no son iguales, ¿En qué se diferencian?
La ansiedad, es la respuesta emocional que damos ante una amenaza. El estrés, es un proceso algo más complejo para adaptarnos al medio en el que vivimos.
Es decir, podríamos decir que la ansiedad es la respuesta emocional más común en una situación de estrés. Pero ambas se retroalimentan: el estrés produce ansiedad, y la ansiedad estrés.
Al contrario de lo que podemos pensar, hay un tipo de estrés positivo (eustress), es el que nos ayuda a reaccionar de manera eficiente ante ciertas situaciones. Pero, en este post, nos vamos a centrar en el negativo, en la reacción que aparece cuando somos incapaces de asimilar y reacciones de manera adecuada ante una situación. Es decir, el estrés depende de la persona y la reacción que tiene hacia ciertos estímulos, y no del estimulo en sí.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estrés se esta convirtiendo en una epidemia. De hecho, gran parte de los problemas de salud actuales tienen como mediador el estrés.
Las tensiones y presiones en el trabajo, las prisas, la familia, los amigos, la pareja, querer llegar a todo… son factores que lo hacen aparecer. Estas situaciones diarias no causan estrés de manera inmediata, sino que el cúmulo de estas, en un tiempo prolongado, nos van afectando de manera silenciosa e inconsciente, pudiéndonos llevar a padecer alguna enfermedad.
Un reflejo del estrés seria cansancio excesivo, ira, estar impaciente, ansiedad, miedo, tensión muscular excesiva muscular, respiración y latidos rápidos, pensamientos negativos, sensación de inutilidad, problemas para dormir, dolores estomacales, apatía…
Según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), las mujeres son más propensas a tener estrés, ya que hay un componente social de “llegar a todo”, de ocuparse de la casa, los hijos, el trabajo, la salud, estudiar… que los hombres no tienen. Además, a este componente social se le suma el factor hormonal, ya que en la mujer están mas relacionadas con el estrés y las emociones.
¿Qué podemos hacer nosotros para evitar que el estrés aumente y tener así la ansiedad bajo control?
- Respiración y relajación: Respirar profundamente, lento y de forma regular nos ayuda a equilibrar nuestro sistema nervioso parasimpático, llevándonos a un estado más relajado, y a obtener mejoras mentales y emocionales.
- Ejercítate: Hacer ejercicio regularmente ayuda a liberar endorfinas que nos llevan a reducir la ansiedad. Caminar 30 o 40 minutos serán beneficiosos para el estado anímico.
- Descansar: Dormir poco y mal puede llevarnos a un estado de ansiedad. Por ello es importante descansar bien. Para ello, puedes ayudarte de técnicas de relajación antes de acostarte, darte un baño caliente, tener una rutina y horarios fijos antes de irte a la cama, escuchar música relajante…
- La cafeína y otras sustancias: trata de no consumir tanta cafeína ya que esta sustancia nos activa y nos hace estar mas nervios. Además, si tienes problemas para conciliar el sueño evítala las horas previas. Las drogas y el alcohol potencian también esta situación.
- Pensamientos y preocupaciones: intenta detectar e identificar aquellos pensamientos que te hacen preocuparte. pregúntate acerca de su importancia “¿Esta preocupación es realista?, ¿Puedo hacerlo?,¿qué sería tan malo?”. Reencuadra estos pensamientos siendo realista y adaptándolos a ti.
- Háblate con positividad: date directrices de que tienes que hacer y como, pero sin juicios. De esta manera, te ayudaras a tener el control de la situación
- Apoyo social y ocio: estar con amigos, familia, salir, hacer actividades que te gustan… Sin duda es fundamental para el manejo de la ansiedad y el estrés.
- Aceptar la ansiedad: Aceptar nuestros momentos estresantes nos ayudan a afrontar la ansiedad, ya que esta potenciada por nuestros pensamientos y conductas intentando eliminarla lo que la potencian. Aceptar no es renunciar a ella, sino convivir con nuestros estados emocionales negativos, mientras trabajamos en ellos. La ansiedad tiene la importancia que tu le des y reacciona dependiendo de ella. Amplía esta info aquí
Con pequeños cambios, como estos anteriores, podemos ayudar a disminuir esta sensación de ansiedad y estrés. Ayudándonos a mejorar nuestra calidad de vida y bienestar.
Si te sientes identificado y no eres capaz de controlarlo solo, sintiendo gran incapacidad en tu día a día, y realmente quieres cambiar este afrontamiento del estrés, en ACTUA te ayudaremos a ello. Ponte en contacto con nosotros.