Hoy en día, escuchamos la palabra autocuidado por todos lados. Nos hemos familiarizado con ella. Pero ¿sabemos realmente a qué se refiere? El autocuidado supone, como su propio nombre indica, el cuidado de uno mismo, física y mentalmente.
Por un lado, se trata de ser capaces de estar atentos a lo que nos sucede, a lo que pensamos y a lo que sentimos. A sabernos validar y proteger para lograr nuestro mayor bienestar. Por otro, también está orientado a prevenir enfermedades, puesto que un entrenamiento en autocuidado va a llevar a un aumento de nuestra inmunidad y, por tanto, a la protección de nuestra salud.
Beneficios del autocuidado
¿Es esto verdad? Sí. Ante una respuesta de estrés, nuestro cuerpo segrega una hormona llamada Cortisol, cuyos efectos pueden ser dañinos para nuestra salud, pues actúa prácticamente en todos los órgano y tejidos del cuerpo.
A nivel inmunológico, el cortisol baja las defensas, lo que puede derivar en enfermedades. Por otro lado, influye en el sistema gastrointestinal, interviniendo en la digestión y absorción de alimentos. Niveles elevados de cortisol pueden producir indigestión, irritación por inflamación de sus mucosa… Además, actúa en el sistema cardiovascular, aumentando la presión arterial, por lo que puede derivar en graves problemas de salud.
Cuando nos sobrecargamos de trabajo o responsabilidades, es decir, cuando estamos sometidos a un gran estrés continuado, nuestro cuerpo comienza a darnos señales. Es entonces cuando debemos plantearnos las estrategias del autocuidado. Porque debes saber que, además, si dejamos tiempo para nosotros mismos y hacemos de esto una prioridad, cultivando una rutina de cuidado personal constante, no solo evitamos estar agotados, sino que aumentamos nuestra productividad.
Estrategias de autocuidado
El autocuidado es, en definitiva, saber preguntarse qué necesito y responder honestamente. Significa identificar y tomar mejores decisiones sobre los cuidados propios.
Por tanto, debemos entenderlo como un proceso en el que se van a ir incluyendo hábitos saludables para el cuerpo y la mente. Éstos pueden ir desde realizar respiraciones conscientes o dar un paseo agradable, disfrutando del paisaje, hasta incluir una rutina de ejercicio o de skin care. Incluso tomar decisiones que brinden bienestar. Por ejemplo, saber decir “no” a eventos o situaciones que no nos apetecen del todo.
Es algo que trabajamos mucho desde Actúa Psicología. Especialmente en todo lo relacionado con el trauma complejo, la ansiedad y la depresión. Contacta con nosotros si necesitas pautas que te ayuden en tu camino de autocuidado. Y si necesitas una mano para afrontar este tipo de problemas.
Por Alicia Fonseca