La autoestima se va fortaleciendo a medida que vamos ganando madurez personal y también a través de la suma de nuestras experiencias vividas. Aun así, no se mantiene siempre estable y va cambiando según vamos pasando por las diferentes etapas de nuestra vida.
En muchas ocasiones, cuando llegamos a la tercera edad, nuestra autoestima puede verse afectada y provocar un debilitamiento de su bienestar que, a su vez, puede afectar a la salud.
¿Qué puede causar una baja autoestima en nuestros mayores?
Suele ocurrir que, a medida que pasa el tiempo, en muchos de nuestros mayores comienza a aflorar el sentimiento de inutilidad y de estorbo, provocando en ellos un deterioro de forma gradual de sus sentimientos de valía, autoestima y confianza.
La soledad no deseada, es uno de los principales motivos. Comienzan a sentirse poco valorados y sienten que son una molestia para sus allegados. Este sentimiento se acentúa más aún en situaciones particulares como la vivida actualmente, la pandemia por el Covid-19, que ha provocado que muchos de nuestros ancianos se encontraran solos en sus viviendas o residencias sin la posibilidad de ver a sus familiares. Momentos como estos de alta carga emocional que suponen un alto estrés para ellos, provocan un descenso en su valía, en su seguridad y autoestima.
Unido a esto último, la pérdida natural de sus capacidades físicas y energía vital les impiden llevar el ritmo de vida al que estaban acostumbrados, generando en ellos el sentimiento de inutilidad y estorbo. Es aquí cuando pueden quedarse atrapados en un círculo vicioso en el que el aburrimiento y los sentimientos de poca valía e inseguridad son los principales protagonistas.
Es fundamental detectar esto es nuestros mayores y ayudarles a mantener una buena calidad de vida en el que su autoestima se vea reforzada y así favorecer su estado de salud físico y mental.
¿Cómo podemos favorecer la autoestima en personas de la tercera edad?
Es importante que, antes de nada, les hagamos saber su enorme valía a pesar de no tener las mismas habilidades que antes.
- Fomenta su autonomía en la medida de lo posible. No hagas todas las tareas por ellos, de este modo solo pensarán que son prescindibles y que ya son inútiles. Realizar actividades o tareas que se encuentren dentro de sus posibilidades les hará sentir valorados y de utilidad.
- Fomenta el ejercicio físico. Pasear, bailar, ejercicio al aire libre, jugar con los nietos. Esto segrega endorfinas lo que beneficiará su autoestima y su estado de ánimo.
- Permite que tomen sus propias decisiones en aquellos asuntos que les afecten de forma directa. Son adultos y pueden decidir.
- Respeta su espacio íntimo. No solo es importante respetar sus momentos íntimos como el aseo, si no también momentos en los que quieran estar a solas.
Es fundamental que no olvidemos que son personas adultas con sus preocupaciones y sus sentimientos. Valida sus emociones, apóyales y trátales como adultos y no como si fueran niños pequeños, esto es de vital importancia para el mantenimiento de una autoestima sana y equilibrada.
Es posible que, de forma puntual, puedan encontrarse algo más cabizbajos o que su autoestima sufra un pequeño descenso. Es aquí cuando tenemos que mostrarles nuestro apoyo, valorarles, hacerles sentir válidos, dejarles su espacio y sobretodo, hacerles sentir queridos.
Los mayores son un pilar fundamental en nuestra sociedad y en ocasiones pasan desapercibidos o no les prestamos la atención que merecen. No nos olvidemos de ellos y ayudémosles a mantener una autoestima sana para que su calidad de vida se vea reforzada.
Si sientes que tú o uno de tus mayores está pasando por un momento delicado y crees que podríamos ayudarte o ayudarle a dar los primeros pasos hacia una buena autoestima, no dudes en contactar con nuestro equipo.
Gracias por leernos.