En ocasiones, suelen darse este tipo de actitudes en las relaciones de pareja, pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de chantaje emocional?
Entendemos el chantaje emocional como la manipulación que ejerce una persona sobre otra utilizando el miedo, la culpa o la obligación. Es una forma inadecuada e irrespetuosa de expresar una queja o una petición de cambio con el objetivo de conseguir lo que uno quiere y sin tener en cuenta a los demás.
Muchas veces esta manipulación es muy sutil y no nos damos cuenta, sin embargo, puede tener graves consecuencias en nuestro comportamiento ya que puede generar inestabilidad emocional en la persona que lo padece, llegando así a afectar a su identidad.
El chantajista emocional
El chantajista emocional actúa de esta manera normalmente por miedo a perder al otro, a ser rechazo o para conseguir beneficios propios. Detrás de estas personas, suele esconderse el miedo a ser abandonado, inseguridad, sentimientos de inferioridad y baja autoestima. Muchas veces la persona carece de empatía ya que no respeta las peticiones de los demás ni sus derechos.
Es importante remarcar que, muchas de estas personas (chantajistas emocionales) han aprendido a actuar así desde lo aprendido en la infancia, utilizando esta dinámica en todo su proceso de desarrollo llegando a normalizar comportamientos inadecuados que han sido reforzados por su entorno más próximo.
El chantajista tiende a hacer uso de diferentes estrategias para conseguir sus objetivos, aprovechándose del poder que sabe que tiene sobre la otra persona y de la vulnerabilidad de la misma.
¿Cuáles son estas estrategias?
Podemos clasificarlas en 5 tipos distintos:
Los seductores: estos son los más difíciles de detectar ya que desde un primer momento se muestran amables y detallistas. Del mismo modo, son los primeros en atender nuestras demandas, sin embargo ¿qué ocurre cuando no se sienten recompensados?, comenzarán los reproches de cada favor y de cada detalle.
“después de todo lo que he hecho por ti…”.
Víctimas: es una de las formas de chantaje más común. Se aprovechan de manera sutil del sentimiento de culpa de la otra persona para conseguir lo que quieren. Tienden a centrarse en su mala suerte y atribuyen a los demás sus dificultades induciendo en ellos sentimientos de compasión e incluso culpabilidad.
“yo me quedo aquí solo, ya sé que molesto cada vez que voy con tus amigas…”.
Silenciosos: ejercen un modo de reaccionar altamente destructivo, son aquellos que no dicen nada y muestran su enfado a través del silencio, son capaces de generar mal clima en la relación y una estabilidad emocional dañina. Tienden a generar inferioridad en la víctima para así ellos cubrir su necesidad de sentirse superiores, utilizando el sentimiento de culpa como eje principal.
Castigadores: son aquellas personas que utilizan que utilizan el miedo para manejar a los demás a través de amenazas, enfados y agresividad.
“tú sigue así…no te quejes luego cuando te deje”.
Autocastigadores: emplean amenazas hacia ellos mismos. De esta manera consiguen hacer sentir culpable a la víctima y así conseguir su objetivo.
“si me dejas, no vale la pena seguir con mi vida”
Es importante detectar todas estas cuestiones que acabamos de mencionar. En el amor es importante sentirse libre y generar unos vínculos afectivos saludables en los que prime la empatía y la asertividad. Establecer relaciones de pareja no significa poseer, dominar u obligar. Es fundamental saber manejar aquellas situaciones que nos generen frustración para así evitar entrar en dinámicas de manipulación o chantaje emocional.
¿Cómo podemos detectar si estamos siendo manipulados?
Presta atención y observa si este tipo de conductas se dan en tu relación:
- Juega con abandonarte o que se deprimirá si no haces lo que él quiere.
- Sientes que por más que le des o hagas siempre va a estar insatisfecho/a. Siempre quiere más.
- Sientes que tus emociones no están siendo validadas y te sientes ignorado/a.
- Da por sentado que cederás ante sus chantajes.
- Cuando no cedes, te tacha de persona insensible o egoísta.
- Tiende a hacer grandes promesas que luego no se cumplen.
- Tiende a grandes halagos cuando cedes, pero en cuanto te mantienes firma las retira e incluso puede utilizar una comunicación agresiva.
- Utiliza el dinero como arma para salirse con la suya.
- Amenaza con complicarte la vida si no haces lo que quiere.
Todo proceso de chantaje emocional consta de estos 6 pasos que te contamos a continuación, presta atención:
- Demanda: el chantajista demanda algo.
- Resistencia: la víctima se niega a petición.
- Presión: al no recibir lo que quiere recurre a la culpa o alguna de las estrategias mencionadas anteriormente.
- Amenazas: para conseguir que la otra persona ceda.
- Capitulación: la víctima acaba aceptando e incluso arrepintiéndose de haberse negado con anterioridad.
- Repetición: se vuelve a repetir la dinámica y cada miembro asume su rol.
¿Cómo podemos liberarnos de tales chantajes?
- Céntrate en tu objetivo, no te dejes engatusar.
- Marca límites.
- Desarrolla la asertividad.
- Pide al otro que aprenda a comunicar de manera empática sus deseos.
- Exprésale cómo te sientes cuando actúa de esta manera.
- Atiende a las creencias que forjan vuestra relación.
- Valora tu libertad, ceder es perder poco a poco tu libertad.
- Corta con su actitud de víctima.
Resulta algo complejo tomar conciencia de estas situaciones y actuar en consecuencia. Desde Actúa Psicología somos conscientes del trabajo que ello supone y por eso te ofrecemos la ayuda de nuestros profesionales si crees que puedes estar pasando por una situación similar.