Las emociones tienen una importancia evolutiva y nos informan sobre aquellas cosas que suceden a nuestro alrededor o que son importantes para nosotros/as. Sin embargo, muchas personas creen que se tienen que “librar” o “controlar” determinadas emociones. Pueden tener miedo a que, si se permiten sentir esa emoción, ésta les vaya a sobrepasar, les impida seguir funcionando o que dure eternamente; por este motivo, tratan por todos los medios de “deshacerse” de la emoción.
El problema es que al igual que no podemos controlar los pensamientos que se nos vienen a la cabeza, “dejar de pensar” o “dejar la mente en blanco”, tampoco podemos controlar cómo nos sentimos ni dejar de sentirnos así. Al contrario de lo que se puede pensar, la supresión emocional, es decir, “no sentir”, lo que en realidad va a producir va a ser un efecto rebote, por lo que es más probable que la emoción se intensifique y nos sintamos peor. Una estrategia más eficaz frente a esto es la “aceptación emocional”.
La “aceptacón emocional” no implica que creamos que esa emoción es buena o mala o que nos guste o no sentirla, se trata simplemente de reconocer que esa emoción está presente en ese momento.
Algunas estrategias útiles para poner en práctica la “aceptación emocional” son las siguientes:
- No luches contra la emoción, déjala estar. Da un paso atrás y obsérvala.
- Pregúntate por qué te resulta difícil aceptar esa emoción y qué significaría para ti aceptar que estás sintiéndote de esa forma en ese momento.
- Analiza qué ventajas y desventajas tiene aceptar esa emoción.
- Pon un límite temporal en el que permitirte sentir esa emoción (por ejemplo, elige un rato a la semana o al día que dedicarle a esa emoción).
- Una vez pasado ese límite, dirige tu atención a toras actividades o cosas de tu alrededor.
- Plantéate si habría alguna cosa agradable o reconfortante que pudieses hacer para sentirte mejor.
- Recuerda mantener una actitud de “conciencia emocional” para poder identificar y atender a lo que te indican tus emociones.
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Por Natalia Sastre Reyes (Psicóloga de Actúa Psicología)