¿Qué es la flexibilidad cognitiva?
La flexibilidad cognitiva, también llamada flexibilidad mental, es la capacidad que tiene nuestro cerebro para adaptar nuestra conducta y pensamiento a situaciones novedosas, cambiantes o inesperadas. En otras palabras, es la capacidad de adaptarnos al entorno y a situaciones nuevas.
El principal componente de la felxibilidiad cognitiva es la capacidad de cambio y tienen un papel muy importante en la resolución de problemas. Nos permite seleccionar que estrategias debemos llevar a cabo en las diferentes situaciones que van surgiendo
¿Cómo podríamos definir a una persona con una buena flexibilidad cognitiva?
- Son personas que se adaptan rápidamente a los cambios o a las situaciones novedosas.
- Tienen una alta capacidad para tolerar los cambios que sucedan en diferentes situaciones.
- Facilidad para mirar desde diferentes perspectivas las situaciones con las que se van encontrando.
- Tienden a una mayor tolerancia frente a errores y cambios de planes.
- Mayor facilidad para ponerse en el lugar del otro y llegar a acuerdos comunes.
¿Cómo se presenta la flexibilidad cognitiva en nuestro día a día?
Pongamos un ejemplo:
Imagínate que vas a desayunar pero que a la hora de coger los cereales te das cuenta de que se han gastado ¿qué hacemos aquí?, tenemos varias opciones: podemos enfadarnos e ir al colegio o al trabajo cabreados y sin desayunar o podemos flexibilizar y prepararnos el desayuno con otros ingredientes o desayunar en una cafetería. La flexibilidad cognitiva nos permite barajar diferentes alternativas ante una misma situación y elegir aquella que nos parezca mejor.
¿Podemos entrenar y desarrollar esta habilidad?
Por supuesto que sí, entrenando en su desarrollo podemos potenciar esta habilidad. Aquí os contamos algunas pautas que pueden serviros de utilidad:
- Alterar la rutina diaria: modificando la forma en la que realizas las tareas cotidianas potencia la flexibilidad cognitiva ya que te obliga a desactivar el piloto automático. Un ejemplo de este caso sería: sentarte en un sitio diferentes a la hora de comer.
- Buscar nuevas experiencias: cuando experimentas situaciones nuevas, tu cerebro crea nuevas conexiones, por tanto, para potenciar la flexibilidad es importante realizar actividades fuera de tu zona de confort.
- Cuestiona tus ideas: otra forma de entrenar esta habilidad es ver más alternativas a una misma situación.
- Conoce gente nueva: ampliar tu círculo de amigos te permite abrir tu mente hacia nuevos puntos de vista. Reduciendo así la rigidez mental.
- Desafía tus valores: busca un choque de creencias y valores, esto ayudará a comprender mejor otras perspectivas y te proporcionará una mayor capacidad para solucionar conflictos.
- Enseña: explicar un concepto en un ambiente distinto te obliga a adaptarte a ese nuevo marco. Explicar algo con tus propias palabras ayuda a entrenar la flexibilidad cognitiva.
Como veis, es un proceso que requiere de un entrenamiento. Aunque a simple vista parezca algo complejo, a largo plazo las consecuencias son realmente positivas. No dudes en contactar con nosotros a través del número que aparece en nuestra página web, si quieres dar el paso del cambio y mejorar esta y otras cualidades vitales para potenciar tu éxito a nivel personal y profesional.
Gracias por leernos.