La insatisfacción corporal está a la orden del día, siendo actualmente uno de los problemas más prevalentes en relación con el autoestima. A pesar de que se hable mucho de las personas jóvenes a la hora de hablar sobre la relación que tienen con su cuerpo, las redes sociales no son los únicos factores externos que influyen sobre cómo nos vemos.
Desde hace décadas, tanto las revistas como las noticias, incluso los profesionales de la salud a través de productos farmacéuticos y cremas de rejuvenecimiento, han fomentado un cuerpo “ideal” o canónico. Ese modelo raras veces se puede lograr, lo que provoca malestar y una mala relación al vivir en un cuerpo diferente a lo “deseable”. Sobra decir que las mujeres son la población más vulnerable a sufrir estos efectos, aunque todos estamos bajo su influencia.
Es muy frecuente que las personas que no se sienten bien con su propio cuerpo eviten tener contacto con él. Pero, de la misma forma que se puede aprender que nuestro cuerpo nos genere emociones desagradables, también se puede aprender lo contrario. Lo importante de todo esto no es que ames tu cuerpo, sino que la forma de relacionarte con él no te impida vivir cosas importantes para ti. Aquí te cuento algunas formas de relacionarte de una forma más saludable con tu propio cuerpo.
- Asociar tu cuerpo a sensaciones agradables. Por ejemplo, puedes darte un buen masaje mientras suena una canción que te guste mucho, y estar atento o atenta a las sensaciones que te producen (tacto, olor, oído, etc.)
- Dedicar tiempo a las cosas que te importan. Puede complementarse a la pauta anterior, pero esto va un poco más allá, porque son actividades que no tienen que ver con el físico, así como practicar una afición con amistades.
- Evitar filtros y retoques de las redes sociales. A pesar de que haga énfasis a las redes sociales, también se puede aplicar al uso del maquillaje. Puede que te apliques maquillaje o añadas filtros a tus fotos de tal forma que luego se te haga extraño tener contacto con tu propia cara. Lo ideal es estar en contacto con tu yo real, para ir aceptando tu cuerpo y cara tal y como es.
- Dejar de seguir en redes sociales a influencers de “belleza”. La influencia que tienen las redes sociales es bidireccional, es decir, tanto lo que publicamos como los estímulos que recibimos nos pueden perjudicar si no los usamos adecuadamente. Sobre todo, si el objetivo de las marcas de cosmética es crearte la necesidad de cambiar tu aspecto. Dejar de consumir contenido que fomenta el descontento con tu propio cuerpo es fundamental para dejar de querer cambiarlo.
- Cambia la forma en la que hablas sobre tu cuerpo. Un buen ejercicio es hablarte como si lo hicieras con un buen amigo o amiga en la misma situación. Es muy útil darse cuenta de cómo nos hablamos, a pesar de que no hablaríamos así ni a nuestro peor enemigo.
- No insistir en ponerte ropa que ya no te sirve. Seguir la filosofía de que la ropa está hecha para ti, y no tú para la ropa es muy reconfortante. Ponte ropa con la que te sientas cómoda, de la misma forma que haríamos con el primer punto (asociar tu cuerpo a sensaciones agradables).
- Recordar valorarte como algo más que un cuerpo.
Para terminar, me gustaría dejar claro que estas pautas pueden no ser suficientes para eliminar la insatisfacción con tu cuerpo. Si sientes que no puedes ponerlas en práctica, y te has visto identificado o identificada con lo que aparece en este artículo, te recomiendo pedir cita para observar qué obstáculos hay y cómo los puedes superar. Si tienes alguna duda, estaré encantado de resolverlas.