¿Qué es la Encopresis?
La encopresis es la defecación involuntaria en lugares inapropiados, como puede ser la ropa, cuando no hay presencia de otros trastornos de índole nerviosa u orgánica. La incontinencia puede ocurrir durante el día o la noche ya que los episodios escapan al control consciente del niño.
La encopresis puede ser de dos tipos:
- Encopresis con estreñimiento e incontinencia por desbordamiento. En este caso, el niño solo utiliza el inodoro para evacuar pequeñas cantidades de materia fecal, ya que padece de estreñimiento. Además, la forma y consistencia de sus heces son anormales y la incontinencia suele ser continua. No obstante, cuando se resuelve el problema del estreñimiento, se suele solucionar la encopresis.
- Encopresis sin estreñimiento ni incontinencia por desbordamiento. No existe evidencia física de estreñimiento y las heces tienen una forma y consistencia normales, aún así la incontinencia es intermitente. En estos casos, suele haber una causa psicológica en la base, como puede ser un trastorno oposicionista desafiante, una experiencia traumática, ansiedad o estrés.
Existen factores fisiológicos y psicológicos en su origen.Puede que en su inicio esté presente algunas pautas educativas inadecuadas sobre los hábitos y habilidades defecatorias, como por ejemplo iniciar el entrenamiento antes de que el niño tenga suficiente madurez o bien ponerlo en marcha con excesiva rigidez.
Por otro lado, los eventos estresantes que puedan darse en el ambiente del niño también pueden ejercer una influencia negativa en este proceso de aprendizaje. También es frecuente en los niños que padecen encopresis la presencia de estreñimiento y como consecuencia de ello tienen el recto más dilatado con lo cual se deteriora la sensación de llenado. Todas estas variables y circunstancias son las que más frecuentemente aparecen asociadas a este trastorno.
Además de las consecuencias en el ámbito físico, la encopresis puede generar:
- Sensación de culpabilidad: a medida que el niño va siendo consciente de que padece un problema, se avergüenza de este y se siente culpable.
- Aislamiento social: el niño que padece encopresis prefiere evitar el contacto social porque teme tener un escape frente a los demás.
- Problemas de autoestima: cuando los padres recriminan al niño por los escapes o sus coetáneos se burlan de él, su autoestima sufre un gran daño ya que normalmente el pequeño lo interpreta como un rechazo a su persona. Estas heridas son difíciles de sanar y pueden llegar a marcar su personalidad incluso en la adultez.
¿Cómo te ayudamos? Nuestro Tratamiento.
Desde Actúa, nuestra primera recomendación es que los padres puedan llevar al niño a un especialista médico para que realice una exploración física y así para descartar algún tipo de problema orgánico.
Una vez realizada esta exploración médica, realizamos durante las primeras sesiones una evaluación y análisis detallado del problema con el fin de evaluar las causas del problema, analizando si existe un retraso en otras áreas evolutivas, si ha ocurrido algún hecho estresante que haya podido desencadenar el trastorno o si el niño no ha llegado a adquirir los hábitos de defecación adecuados.
También tenemos en cuenta como afecta el problema a nivel personal familiar y social, haciendo partícipes a los padres durante todo el proceso elaboramos un plan de tratamiento que tiene como objetivos principales:
- Trabajar en técnicas de modificación de la conducta para mejorar las condiciones fisiológicas y del ambiente que existen antes de defecación.
- Potenciar el desarrollo de una rutina.
- Entrenamiento en hábitos defecatorios junto con la aplicación de consecuencias positivas por parte de los padres para reforzar las mejoras que el niño vaya alcanzando.
- Orientación a los padres sobre la mejor forma de actuar para la solución del problema, eliminando las preocupaciones sobre el problema y dándoles información.
- Estimular un hábito intestinal regular que le permita al niño evacuar con asiduidad.
- Eliminar las preocupaciones que pueden tener los padres brindándoles información sobre la fisiología de la encopresis.
- Promover un ambiente relajado en casa.
- Manejar las emociones negativas que están en la base del problema.
- Enseñar al niño habilidades de comunicación asertiva para expresar sus necesidades y preocupaciones.