¿Qué es la Enuresis?
La enuresis es la micción incontrolada, una vez que el niño ha alcanzado una edad en la cual debería haber logrado el control vesical, normalmente alrededor de los 4 o 6 años.
De hecho, se trata de un problema evolutivo, ya que todos tenemos el reflejo de micción, pero necesitamos tiempo para aprender a controlarlo.
Por eso, el diagnóstico de la enuresis depende de cada caso, pero si a los 7 años de edad el niño no controla sus esfínteres y se orina en la cama varias veces al mes, se puede hacer referencia a una enuresis nocturna.
Para comprender la enuresis infantil, es importante conocer el proceso fisiológico que se encuentra en su base. El punto de partida es la vejiga, que es la encargada de retener la orina gracias a los esfínteres. Existen dos esfínteres, uno es interno e involuntario, y se activa cuando la vejiga está llena, el otro es externo y voluntario, lo cual indica que podemos activarlo o contraerlo conscientemente para retener la orina o expulsarla.
Sin embargo, para poder controlar esos esfínteres es imprescindible que exista cierto nivel de maduración del sistema nervioso, ya que, al final, es este quien envía la señal que produce las ganas de orinar. Por eso, algunos niños logran mantenerse secos antes que otros, cada cual tiene un ritmo de maduración neurológica diferente.
La enuresis infantil se clasifica teniendo en cuenta diferentes factores:
Según el momento del día en que ocurre:
- Enuresis diurna. Es el caso del niño que continúa haciéndose pis en su ropa y no puede avisar con suficiente tiempo de antelación para llegar al baño.
- Enuresis nocturna. En este caso, el niño logra controlar la micción cuando está despierto, pero aún no ha dejado de hacerse pis en la cama, lo cual suele deberse a que las contracciones vesicales no son lo suficientemente intensas como para despertarle.
Según la etapa de aparición:
- Enuresis primaria. En este caso, el cerebro del niño aún no ha aprendido a detectar cuando la vejiga está llena.
- Enuresis secundaria. Se trata de niños que llevan tiempo sin mojar la cama o sin hacerse pis encima pero que comienzan a hacerlo de nuevo.
Según el problema de base:
- Enuresis funcional. El niño no presenta ningún otro problema de origen infeccioso, orgánico o congénito que pueda explicar la falta de control sobre la micción. La enuresis funcional es la más común, abarca el 90% de los casos
- Enuresis orgánica. En este caso, existen factores de índole fisiológica o traumática que pueden explicar la falta de control sobre la micción, los cuales suelen ir acompañados de otros trastornos en el desarrollo o de enfermedades orgánicas.
En el origen y desarrollo de esta problemática intervienen multitud de factores: cierta influencia genética, secreción insuficiente de la hormona que reduce la producción de orina durante la noche, capacidad reducida de la vejiga, cierta alteración en los mecanismos de despertar asociado al llenado de la vejiga y fallos de aprendizaje en la adquisición de las destrezas de eliminación.
Además, las condiciones ambientales que rodean el aprendizaje son claves para el éxito final así como las consecuencias que se deparen de sus intentos de control.
¿Cómo te ayudamos? Nuestro Tratamiento.
En un primer momento teniendo en cuenta que la enuresis es un trastorno psicofisiológico, para llevar a cabo una evaluación completa del problema consideramos necesario que los padres realicen primero una exploración médica para descartar la presencia de anomalías orgánicas.
Una vez realizada esta exploración médica y descartado cualquier tipo de problema orgánico, realizaremos una evaluación detallada del problema para obtener datos concretos acerca del problema, conocer las características del ambiente que rodea al niño, las actitudes presentes ante la enuresis, los métodos anteriores utilizados para eliminar el problema así como la presencia de otros problemas.
En esta evaluación hacemos plenamente partícipes a los padres de cara a establecer el tratamiento más adecuado a cada caso específico.
En Actúa Psicología enfocamos nuestro tratamiento principalmente en el tratamiento de primera elección para la enuresis nocturna, que es el método de la alarma, junto si fuese necesario del abordaje de cualquier otro problema que se hubiese detectado puedan y sea necesario trabajar.
El método de la alarma consiste en que el niño detecta la conducta de orinarse en la cama justo en el momento en que sucede (puesto que le avisa una alarma que se coloca en la ropa interior y que se pone en marcha ante las primeras muestras de humedad) y que le permite iniciar el control voluntario de la micción. Tras varios ensayos de repetición, la respuesta de contraer el esfínter para inhibir la orina se va asociando paulatinamente a la sensación de llenado de la vejiga. Este método se complementa con estrategias concretas orientadas a propiciar más ensayos de aprendizaje, por ejemplo animando al niño a ingerir más líquido progresivamente durante las noches, y por supuesto trabajando el refuerzo positivo de los padres.
En otros casos, este tratamiento se acompaña de la técnica denominada “entrenamiento en cama seca” que consiste básicamente en que el niño aprenda y mantenga una serie de conductas apropiadas consistentes en cambiar su ropa y las sábanas de su cama cuando ocurren los episodios. Estas conductas irán seguidas del adecuado refuerzo por parte de los padres.
En los casos en los que la enuresis sea diurna, practicamos la retención voluntaria de orina ante la sensación imperiosa de querer orinar y el aprendizaje de las distintas sensaciones asociadas a distintos grados de llenado de la vejiga.