¿Qué es la autoestima?
La autoestima se desarrolla a lo largo de nuestra vida, aunque la infancia y la adolescencia son momentos fundamentales, ya que durante estos años se va formando la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Durante la niñez tomamos conciencia de nosotros mismos, descubrimos nuestro género y nos damos cuenta de que somos diferentes de los demás. Así se va formando el autoconcepto que es el concepto que tenemos de nosotros mismos a nivel cognitivo y también depende de las personas que nos rodean. Es decir, no sólo nos valoramos por nuestros resultados, sino también dependemos de la aceptación o rechazo de quienes nos resultan importantes y cuyas opiniones nos interesan y afectan.
La autoestima es la valoración que hacemos de ese autoconcepto.
En la niñez la valoración sobre aquello que hacemos depende de nuestros padres, cuidadores y profesores. Estas valoraciones moldearan nuestro “yo”. Cuando dichas valoraciones han sido negativas, o no han reconocido nuestras habilidades o nos han exigido la perfección crecemos pensando que no existen esas habilidades o perseguiremos esa perfección creyendo que nunca es suficiente y nos formaremos una imagen de nosotros mismos negativa y apareciendo problemas de autoestima.
Más tarde, durante la adolescencia, si la persona nunca se ha sentido valorada o la valoración que ha recibido ha sido condicionada al logro, y no confía en sus habilidades o siente que no es suficiente, le resultará más difícil superar esta etapa alcanzar la madurez psicológica necesaria para vivir de forma positiva.
La autoestima, cuando está condicionada al logro o a la aceptación o aprobación de los demás no es una autoestima positiva. Es bueno querer mejorar y superar las propias dificultades, pero no como algo indispensable para sentirnos bien con nosotros mismos.
La verdadera autoestima supone aceptarnos tal y como somos y no exigirnos ser como creemos que deberíamos ser o como los demás esperan que seamos.
Tener una autoestima adecuada supone valorarnos por el hecho de ser quienes somos. Supone querernos de forma incondicional con nuestras virtudes y defectos. Porque es cundo nos aceptamos y queremos tal y como somos es cuando podemos crecer y mejorar en otros aspectos de nuestra vida.
Algunas de las causas que pueden intervenir en los problemas de autoestima son:
- La desaprobación de las figuras de autoridad. Las figuras de autoridad, como los padres y maestros, ejercen una profunda influencia durante la niñez.
- Padres poco afectuosos. Para crecer y desarrollar una autoestima sana, es fundamental sentirse amados.
- Educación sobreprotectora. Los padres demasiado sobreprotectores que, sin darse cuenta, le han impedido a sus hijos desarrollar sus propias capacidades.
- Expectativas demasiado elevadas de los padres. Cuando los padres le exigen demasiado a un niño, este puede sentir que no es lo suficientemente bueno ya que, por más que se esfuerce, nunca logrará satisfacer sus estándares.
- Dificultades en el aprendizaje. A menudo los problemas en el aprendizaje provocan una baja autoestima.
Las principales consecuencias de tener una baja autoestima pueden ser:
- La necesidad de aceptación y de reconocimiento. Existe una preocupación excesiva de la persona por lo que los demás piensen.
- La falta de confianza en uno mismo, que se refleja en todos los ámbitos de la persona, desde sus relaciones sociales hasta en el área laboral. Esa inseguridad le impide emprender proyectos porque cree que no tiene las habilidades necesarias, y por tanto va a fracasar.
- El diálogo interno negativo. No es capaz de expresar sus deseos, de hacer valer sus derechos o de plantearse un objetivo más ambicioso, empieza a recriminarse por su falta de valor y por sus escasas capacidades generando un diálogo interior muy dañino que le ocasiona mucho malestar y angustia.
¿Cómo te ayudamos? Nuestro Tratamiento.
En Actúa somos expertos en la evaluación y abordaje de la autoestima junto con las dificultades asociadas como niveles altos de exigencia, perfeccionismo, pensamientos negativos hacia uno mismo y necesidad de aprobación para poder realizar una evaluación detallada y completa de la situación.
Aunque el tratamiento es completamente específico en cada caso tenemos como objetivos principales:
- Ayudar a la persona a desarrollar o recuperar una autoestima saludable aprendiendo a identificar y valorar sus cualidades.
- Potenciar la confianza en si misma y en sus capacidades, conocer su potencial, aprender a gestionar sus emociones.
- Favorecer un autodiálogo interno positivo.
- Aprender a tratarse y quererse y aceptarse de forma incondicional.
- Dotar a la persona de estrategias de comunicación asertiva importantes para hacer valer nuestros derechos.
En Actúa empleamos las técnicas que han demostrado sus resultados de forma eficaz siguiendo la metodología de las orientaciones cognitivo conductual, sistémico y humanista integrando también ejercicios de mindfulness o atención plena.