¿Qué es una Trastorno Adaptativo?
Cuando hay cambios en nuestra vida, un cierto grado de estrés es una herramienta que nos mantiene alerta. Prestamos más atención a todo lo novedoso, fijamos mejor la información y comprendemos más rápidamente el nuevo entorno donde vamos a movernos.
Pero este proceso también va acompañado de emociones, como ansiedad ante la adversidad, tristeza por lo que abandonamos (familia, amigos, hábitos y estilos de vida conocidos…), rabia si no ha sido un cambio elegido, miedo a no cubrir nuestras necesidades o satisfacer nuestras expectativas…
Algunas veces estas emociones nos superan. Y es fácil que esto suceda ya que los cambios nos afectan (nuevo trabajo, nueva universidad, nuevos amigos, compañeros…) a veces es difícil manejar estas emociones fuera de nuestra “zona de confort” y muchas veces sin tantos apoyos de personas conocidas. De esta forma, al vernos superados por estos cambios importantes en nuestra vida y ante la dificultad de manejar estas emociones durante el cambio puede aparecer este problema.
El trastorno adaptativo también puede desarrollarse cuando la persona se encuentra ante un evento vital estresante al que debe adaptarse, como por ejemplo una pérdida, una relación íntima problemática, un conflicto familiar, una oposición o evaluación académica complicada, un cambio de domicilio no deseado, dificultades financieras, cambio de trabajo…
El trastorno adaptativo está relacionado con el estrés y generalmente provoca malestar significativo y prolongado, ansiedad, pérdida de interés, tristeza o sensación de bajo control percibido ante la situación.
Algunos de los síntomas que puede experimentar la persona son: bajo estado de ánimo, preocupación, síntomas de ansiedad, insomnio, problemas de concentración, baja autoestima, sentimientos de desesperanza, sentimientos de soledad, dudas constantes, sentirse atrapado sin escapatoria e incapacidad para planear actividades o llevar a cabo con normalidad la rutina diaria.
¿Cómo te ayudamos? Nuestro Tratamiento.
En Actúa, realizamos una evaluación detallada del problema: origen, factores de mantenimiento, consecuencias emocionales, laborales o de estudios, incidencias sociales y/o familiares, historia biográfica e historia familiar.
Recogida y analizada esta información, se da una devolución de información al paciente, exponiendo las hipótesis del origen y mantenimiento de las conductas problema y elaborando conjuntamente con él su plan de tratamiento especificando de forma objetiva y práctica los objetivos y técnicas que se llevarán a cabo en la intervención. En este caso tenemos como objetivos principales del tratamiento:
- Identificar las fuentes de estrés que están afectando a la persona para determinar si se pueden reducir o eliminar trabajando en el entrenamiento de solución de problemas.
- Dotar a la persona de habilidades de afrontamiento mediante técnicas de autorregulación emocional, comunicación asertiva, reestructuración cognitiva, autoinstrucciones positivas…
- Ayudar al paciente a cambiar su interpretación de las fuentes de estrés, realizar ejercicio físico, ejercicios de atención plena o mindfulness, técnicas de respiración y relajación, potenciar el apoyo social…