En ocasiones no conseguimos estar en un peso saludable y/o mantenido en el tiempo, esto produce muchas veces ansiedad e insatisfacción y sensación de incapacidad. Sin embargo es algo normal ya que se puede deber a alguna de las siguientes razones relacionado con la nutrición y hábitos saludables:
- Restricción
Dejando fuera los factores médicos, el motivo más común es el circulo vicioso que se crea tras el uso continuado de dietas restrictivas. Normalmente, los pacientes que llegan a consulta queriendo perder peso para estar en un peso más saludable, cargan con ellos una mochila de variopintas dietas que han ido probando, sin ningún resultado, a lo largo de su vida. Esto provoca en el cuerpo una reacción que no permite un funcionamiento normal del mismo en relación con la comida que ingerimos y el peso.Los seres humanos somos seres prehistóricos, en la prehistoria cazabas para comer y sobrevivir. El día que no podías cazar, no comías y, en consecuencia, como protección, el cuerpo procuraba quemar lo menos posible guardando el máximo de reservas de grasa. A pesar de haber ido evolucionando esto no ha cambiado mucho, haciendo que el cuerpo ante la restricción de alimentos, el descontrol y la hambruna, actúe de la misma manera: guardando provisiones de grasa y haciendo que quememos menos. Esto es lo que comúnmente conocemos como tener “el metabolismo lento”.
- Sobreingesta
Vivimos en la cultura del comer. Todo, gira entorno a la comida: Celebramos, yéndonos a cenar; si alguien se pone enfermo, le llevamos pasteles; si vamos a hacer una visita, compramos bombones… y así, muchas situaciones cotidianas que nos llevan a consumir mas calorías de las que nuestro cuerpo necesita, produciendo una sobreingesta mayor a la que quemamos, y como consecuencia un aumento del peso, por encima del saludable.
- Felicidad/Tranquilidad
Comer ciertos alimentos, altamente palatables, altos en hidratos, azúcar o sal (chocolate, galletas, chuches, pizzas…) no solo sacian nuestro hambre estomacal, sino también nuestro cerebro. Es decir, cuando introducimos un trozo de chocolate a la boca, aumenta la serotonina, activando el sistema de recompensa del cerebro, y haciéndonos sentir placer. Para que te hagas una idea de lo potente que son este tipo de alimentos, son las mismas áreas que se activan cuando se consume una sustancia adictiva. Esta activación cerebral hace que, en momentos de estrés, ansiedad o nerviosismo, entre otros, busquemos alimentos que nos activen este sistema, tranquilizándonos y llenándonos de placer, de manera casi inmediata. Pero, después de disfrutar de este pequeño momento, aparecen las rumiaciones y los pensamientos de culpa, potenciando a sensación de malestar, la ansiedad y retroalimentando el circulo vicioso, de nuevo.
¿Cómo te ayudamos? Nuestro Tratamiento.
En Actúa Psicología trabajamos para conseguir unos hábitos de nutrición adecuados en la persona, y después de realizar una evaluación detallada especificamos un plan de tratamiento especifico en cada caso trabajando principalmente desde una orientación cognitivo-conductual con los siguientes objetivos principales:
- Valorar y cambiar de los hábitos alimenticios de la persona.
- Valorar y cambiar los hábitos de actividad física.
- Enseñar a hacer frente al estrés: estrategias de distracción, de relajación muscular…
- Educar en el ámbito nutricional.
- Enseñar a controlar la capacidad de planificación y tiempo…Creando o mejorando los hábitos.
- Trabajar en creencias o pensamientos negativos que mantengan el problema sustituyéndolos por otros más realistas o adaptativos.
- Identificar y trabajar aspectos emocionales que potencien o mantengan el problema.
- Potenciar la autoeficacia y autocapacidad.
- Aceptar el cuerpo y a nosotros mismos.
En Actúa, trabajamos principalmente desde una orientación cognitivo conductual integrando también las orientaciones sistémica y humanista trabajando desde las técnicas que ha demostrado más eficacia en el tratamiento y prevención de recaídas de las adicciones y cuyas técnicas están avaladas de forma científica.