¿Qué es la obesidad?
La obesidad supone un riesgo para la salud de las personas que lo padecen, no sólo por sus consecuencias físicas sino también psicológicas.
La obesidad es la acumulación excesiva de grasa corporal, que tiene como consecuencia sobrepeso y un aumento de volumen corporal.
Su origen suele ser complejo y se debe a varios factores, ya que si bien podemos tener una predisposición genética, especialmente importante van a ser otros factores que tienen que ver con el ambiente en el que crecemos. La obesidad se inicia generalmente al final de la infancia o en la adolescencia aunque los cambios en los hábitos de alimentación actuales han hecho que se adelante el momento de su aparición, siendo ahora más temprana.
Lo más habitual es que luchemos contra el sobrepeso con dietas y aumento de la actividad física, pero a menudo abandonamos las dietas y la actividad una vez hemos alcanzado el peso deseado para después acabar recuperando el peso perdido e incluso en otras ocasiones renunciamos a los pocos días de haber comenzado el plan de adelgazamiento porque resulta excesivamente difícil de seguir.
La modificación de los hábitos alimentarios y el aumento de la actividad física es esencial para perder peso pero si queremos mantenerlos en el tiempo tenemos que tener en cuenta otros factores.
Además existen varios los factores que pueden explicar la razón de no conseguir adelgazar:
- Seguimiento continuado de dietas. Al iniciar una dieta muy baja en calorías nuestro cuerpo interpreta la situación como una señal de alarma de que hay escasez de comida. Su respuesta es hacer más lento el metabolismo y quemar menos calorías para ahorrar recursos.
- Situaciones culturales y familiares que favorecen que consumamos una gran cantidad de alimento, muy por encima de nuestras necesidades energéticas.
- Estrés/ansiedad, comer y masticar, supone una forma de reducir la ansiedad de una forma rápida, pasajera pero al alcance de todo el mundo. Si nos encontramos en un momento vital con ansiedad o estrés, el comer como recurso anti ansiedad se transforma en algo habitual y con el tiempo acabamos engordando. Este aumento de peso se convierte en un motivo de preocupación y nuevamente aparece la ansiedad, volviendo a comer como mecanismo tranquilizador, entrando en un círculo vicioso.
- Bajo estado de ánimo, suele aumentar el deseo de consumir ciertos alimentos hipercalóricos (chocolate, bollería y otros alimentos ricos en hidratos de carbono). Estos alimentos aumentan la serotonina en nuestro cuerpo mejorando nuestro estado de ánimo pero en contrapartida aumentan nuestro peso y nos generan insatisfacción, volviendo a entrar en el bucle por la necesidad de consumirlos.
- El valor simbólico que tienen algunos alimentos. Además de las cualidades nutricionales algunos alimentos están asociados en nuestro cerebro a recuerdos buenos. El tener que prescindir de ellos, con su valor emocional, puede hacer que en ocasiones rompamos un plan de adelgazamiento.
- Evadirnos de los conflictos. En ocasiones comer es una vía de escape para no pensar en los problemas que tenemos, o evitar tomar decisiones complicadas. El conflicto queda así en espera sin afrontarlo y resolverlo pero la comida permite que nos sintamos temporalmente mejor no sólo por evitar la situación incómoda sino por el hecho placentero que en sí tiene el comer.
El problema es que la obesidad no es solo un problema de peso, sino que afecta a otras áreas de la salud, como la cardiovascular, la diabetes, problemas de sueño o cansancio excesivo, problemas en los huesos; además de los problemas psicológicos como la autoestima, la depresión, la ansiedad…
¿Cómo te ayudamos? Nuestro Tratamiento.
En Actúa Psicología en las primeras sesiones, llevamos a cabo una evaluación detallada del problema identificando y evaluando todos los variables que pueden incidir en él, para junto con el análisis de su biografía y factores de inicio y mantenimiento del problema para poder evaluar junto con él su plan de tratamiento.
Es muy importante recoger todos los factores del ambiente que puedan estar influyendo en el aumento del peso. Uno de los factores mas comunes es la realización de dietas extremas, que nos hacen protagonizar el famoso “Efecto yo-yo”: Comemos poco – Adelgazamos sufriendo – perdemos el peso (a la vez que motivación) – nuestro metabolismo se ralentiza – Volvemos a comer mas, cada vez mas… – Recuperamos el peso perdido o incluso mas, y se produce un círculo vicioso.
Nuestro tratamiento es totalmente personalizado e integral, dirigiéndose a todos los aspectos que están relacionados en este problema. Además de la modificación de los hábitos alimentarios y el aumento de la actividad física, tendemos en cuenta otros factores, esenciales para su mantenimiento como la existencia de problemas de autoestima, ansiedad, problemas emocionales, estrés, auto-control, aprender a comer con serenidad y a escuchar el cuerpo…
Es decir, nuestros objetivos principales de tratamiento no solo se centra tanto en la mejora del peso como en mejorar la conducta alimentaria, reeducando en este campo y tratando los factores que puedan estar influyendo, como:
- Valorar de los hábitos de alimentación y de vida de la persona.
- Enseñar a hacer frente al estrés: estrategias de afrontamiento, de distracción, de relajación muscular…
- Educar en el ámbito nutricional.
- Modificar los creencias o pensamientos erróneos que se encuentran en la base.
- Aprender a establecer una relación saludable con la comida.
- Recuperar la autoconfianza y autoestima.
- Manejar el autocontrol.
- Aprender a comer conscientemente.
- Identificar, gestionar y autorregular las emociones.
- Adquirir nuevos hábitos saludables.